miércoles, 9 de abril de 2014

El anarquismo

El anarquismo no es un estado social en que no hay leyes y el caos domina todo, sino un sistema teórico político que ha tratado de establecer agresivamente lo que escribió Henry David Thoreau: "The government is best which governs least." De este modo, el conocido padre del anarquismo, el ruso Mikhail Bakunin, declaró "Even when it commands the good, [un gobierno] makes this valueless by commanding it; for every command slaps liberty in the face" (Bookchin 26). La filosofía ácrata postula que los seres humanos son capaces de llevar al cabo una sociedad de prosperidad y paz sin una estructura administrativa y artificial impuesta arriba de ellos. Esta sociedad--claramente utópica--sería entretejida por relaciones e intercambios voluntarios y también por la creencia compartida de lo bueno colectivo. "Strictly speaking, anarchism means without authority, rulerless--hence, a stateless society based on self-administration...Anarchism is a great libidinal movement of humanity to shake off the repressive apparatus created by hierarchical society" (Bookchin 17). De la misma manera en que se ve cualquier gobierno como una autoridad y así la cima de una jerarquía social, la mayoría de los anarquistas también rechazaba la existencia de Dios.

El anarquismo está vinculado frecuentemente con la violencia y el terrorismo; sin embargo, la verdad es que más gobiernos (supuestamente) democráticos e igualitarios han ejecutado a los anarquistas--a veces sin un juicio--que los anarquistas han matado por su parte. No obstante, Bakunin recomendó el uso de violencia para anarquizarse el sistema político-social que existía para cambiarlo al anarquismo. (En España, estos actos del terrorismo fueron llamados atentados.) Lo interesante es que ambos Bakunin y Kropotkin previeron una organización pequeña de liderazgo en sus épocas posrevolucionarias.

¿Por qué España? Aunque el anarquismo era un desarrollo político que tenía influencia en muchos países europeos y americanos durante la segunda mitad del siglo XIX, se puede decir sin miedo de equivocarse que solamente en España ocurría una manifestación ácrata que duraba como movimiento por más de sesenta años y representaba una verdadera amenaza para el régimen antiguo. El anarquismo español era de tan fuerza y complejidad que, a diferencia de otras manifestaciones nacionales, produjo conflictos internos entre diferentes escuelas ácratas y aun su propia ideología estética. Entre los autores canónicos de la época que participaron o coquetearon en el anarquismo español se encuentran Ramón de Valle-Inclán, Miguel de Unamuno , «Azorín» y PíoBaroja--los cuatro miembros más ilustres de la llamada Generación de '98.

El anarquismo duraba como fuerza política y social en España entre 1868 y el estallido de la Guerra Civil (1936-1939). Durante este periodo, el anarquismo era más organizado y formidable entre los años 1880 y 1915, pues la guerra mundial y luego el advenimiento de los regímenes totalitarios de Primo de Rivera (1923-1930) y de Francisco Franco (1939-1975) aseguraron que la mayoría de la resistencia política fue oprimida o eliminada. En cuanto al desarrollo prodigioso del anarquismo español, muchos historiadores han cuestionado ¿por qué ocurrió tan extensivamente en este país en lugar de otros? Como plantean Gerald Brenany Raymond Carr, el movimiento obrero ya había existido antes de la famosa llegada del anarquismobakuninista en el otoño de 1868; aún más, la resistencia dura de los industrialistas en contra de los nuevos sindicatos sólo aumentaba el alejamiento de los obreros y su creciente afinidad con el radicalismo. Además,como nos señala Carr, "Whereas socialist unionism tended to appeal to established workers, anarchism was always to attract the new recruits to industry, the rural workers caught in a strange impersonal world, and the artisan displaced and pauperized by industrialization...Sometimes anarchism seems...a protest of the members of a traditional society against the inroads of capitalism" (57). Así Carr caracteriza una gran parte de la identidad de las bases del anarquismo, pues durante la segunda mitad del siglo XIX muchos campesinos llegaban a los centros industriales de España--principalmente Madrid, Bilbao y Barcelona.

La otra manifestación del anarquismo que ocurrió en las zonas rurales de Andalucía ha sido definida como un movimiento social "primitivo" con distintas tendencias milenarias (Hobsbawm 78-9, 83). Brenan nos apunta que la ideología ácrata fue llamada sencillamente "la idea" en Andalucía y "was carried from village to villageby Anarchist 'apostles'" (157). La novela de Vicente Blasco Ibáñez, La bodega (1905), nos presenta el movimiento rural y unos de estos apóstoles llamado simbólicamente Fernando Salvatierra. En el campo, entonces, la influencia religiosa y visiones apocalípticas-revolucionarias tuvieron más que ver con lo que pasó en Andalucía que en las zonas urbanas. De hecho, muchos de los prominentes anarquistas madrileños y catalanes rechazaron catagóricamente la existencia de Dios y así era dificilísimo coordinar los programas de los movimientos rurales y urbanos. El principio ácrata de suma transcendencia era que cada sindicato oregión podía participar en el movimiento por su propia elección; de esta manera, "This freedom of choice has certainly acted often to the advantage of the Government, who have been able to suppress anarchist movements at their leisure in one province after another" (Brenan 146).

Otro factor que ayudaba el desarrollo del anarquismo español al fin de siglo era la presencia extendida de nuevos periódicos y revistas de la naturaleza política e intelectual en las cuidades. Sobre todo, la revista madrileña llamada La revista blanca publicaba muchos ensayos críticos sobre temas políticos, sociales y literarios. El historiador George Richard Esenwein ha planteado que La revista blanca era "the longest-running and perhaps most influential anarquist periodical in Spanish history" (202)








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