lunes, 18 de noviembre de 2013

El tifon de las filipinas

Las autoridades de Filipinas trabajan este lunes para hacer llegar ayuda humanitaria a los damnificados por el tifón Haiyan (también llamado 'Yolanda'), que ha devastado su región central y ha dejado unos 10.000 muertos, según cifras no oficiales.

El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, ha declarado este lunes el estado de calamidad en todo el país a raíz de la devastación causada por el peor desastre natural de su historia. El super tifón ha afectado a casi 10 millones de personas, según las ONG, y muchas luchan ahora por sobrevivir sin agua, comida ni refugio, las necesidades más acuciantes de la población. Se calcula que hay 615.000 desplazados, de los cuales 433.000 se encuentran alojados en los 1.444 centros de evacuación.

Mientras las cifras extraoficiales hablan de decenas de miles de víctimas mortales, en la isla de Leyte donde el Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres prosigue con el lento recuento oficial de fallecidos. El último informe del organismo gubernamental filipino cifra los muertos por el tifón en todo el país en 255, con 71 heridos y 38 desaparecidos.

Sin comida, ni agua, ni refugio
Varios países y organizaciones internacionales han comenzado ya a enviar personal y ayuda humanitaria, entre ellas Naciones Unidas, que ha indicado que la destrucción dificulta el envío del material. Entre el 70 y el 80 % de los edificios en el centro del país han quedado destrozados o están cubiertos de escombros, al igual que las carreteras, aeropuertos y puentes.

"Llegar a las zonas más afectadas es muy difícil. Los accesos están muy limitados por los daños causados por el tifón en las infraestructuras y las comunicaciones", ha declarado el representante de UNICEF en Filipinas, Tomoo Hozumi.

"Estamos indefensos como recién nacidos. Es realmente difícil. No hay más comida en los almacenes y centros comerciales", asegura la propiera de un establecimiento de comestibles, Awelina Hadloc.

Un avión militar del Ejército estadounidense cargado con suministros de emergencia y víveres de primera necesidad ha partido este lunes desde la base aérea de Manila con destino a la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte, En el cargamento que transporta el C-130, además de botellas de agua potable, hay mantas y paquetes de comida, además de generadores de electricidad provisionales, un montacargas y dos vehículos, ha indicado la emisora DDZM.

Médicos Sin Fronteras ha indicado en un comunicado que ha iniciado el envío de unas 200 toneladas de material médico para tratar heridas, vacunas del tétanos, tiendas de campaña y productos de higiene, además de un equipo de 30 médicos, psicólogos y personal logístico.

España también participa en esta campaña internacional de ayuda. Dos aviones van a partir este lunes hacia Filipinas con material y víveres, según ha informado en RNE el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia.

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