miércoles, 23 de octubre de 2013

Cordillera Betica

Las cordilleras Béticas o sistemas Béticos son un conjunto de sistemas montañosos que se extienden por el sur de la península ibérica, desde el golfo de Cádiz hasta Alicante y Baleares. Forman parte del Arco de Gibraltar y se subdividen en las cordilleras Prebética, Subbética y Penibética.
Es el más importante de los conjuntos de relieve de España. Es un vasto conjunto montañoso que se alarga más de 600 km desde el Estrecho de Gibraltar hasta el Cabo de la Nao y que incluso continua por debajo del mar para aparecer en las Islas Baleares. Su extremo más estrecho es en la zona de Gibraltar y se va ensanchando hacia la zona oriental, donde se pone en contacto con el zócalo herciniano de la meseta.

-Principales montañas:
Mulhacen altitud de 3.478,6 msnm
El Picacho del Veleta es, con una altitud de 3.395,68 msnm
 Alcazaba (3.371 msnm)
Flora de Sierra Nevada[editar · editar código]

Artículo principal: Flora de Sierra Nevada.


Puerto de la Ragua (2.000 m) en la Sierra Nevada.
Tras el final de la última glaciación, la peculiar situación de Sierra Nevada permitió que ésta se convirtiese en refugio de una gran cantidad de endemismos y especies nórdicas impropias de latitudes medias. Se conocen, según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente de España, 66 especies vegetales vasculares endémicas, lo cual representa la mayor biodiversidad de toda la Península Ibérica y de Europa. En total el número de plantas superiores es de alrededor de 2.100, lo que representa la cuarta parte de todas las especies conocidas en España y la quinta parte de Europa.
El Jardín Botánico de la Cortijuela, situado en las faldas del Trevenque a unos 1.600 metros de altitud, tiene como funciones la protección, conservación, generación e investigación de la flora de esta sierra especialmente las de sus casi 100 especies vulnerables, amenazadas o en peligro crítico, como el Pinus sylvestris nevadensis.
En el 2007 se han comenzado las plantaciones del Centro Botánico Hoya de Pedraza situado a unos 1.980 metros de altitud, y a unos 4 kilómetros de Pradollano, como un centro de conservación de la flora de altura de la sierra.5 En la «Hoya de la Mora» a unos 2.500 metros de altitud, desde 1965, se encuentra el Jardín Botánico Universitario de Sierra Nevada, especializado en todos los endemismos de la sierra Nevada.
Causas de la diversidad biológica[editar · editar código]


Pino silvestre de Sierra Nevada especie endémica de las sierras subbéticas y presente en Sierra Nevada.
El origen del insólito número de especies endémicas presentes en el macizo ha de situarse en el fin de la hace ahora casi dos millones de años. Con el fin de esta era y la llegada del período cuaternario, el clima de toda Europa sufrió un progresivo enfriamiento que permitió a especies vegetales de latitudes septentrionales y árticas avanzar progresivamente hacia el sur de Europa y ocupar gran parte del interior y zonas altas de la Península Ibérica. El fin de la Glaciación de Würm y la llegada del período Holoceno marcó el comienzo de un progresivo aumento de temperaturas, y estas especies nórdicas encontraron refugio en las alturas de Sierra Nevada, acantonándose en el macizo y adaptándose progresivamente a las características propias del clima de la zona, como su sequía estival. Así, muchas especies han desarrollado características propias o incluso se han ido desarrollando de forma independiente a causa de su aislamiento, contándose por ello un número mayor de endemismos en el macizo que los existentes en países como Bélgica, Alemania, Austria, Gran Bretaña, Suecia, Dinamarca, República Checa, Eslovaquia y Polonia en conjunto.6
Ejemplos de endemismos serían: la manzanilla real (Artemisa granatensis), narciso de Sierra Nevada (Narcissus nevadensis) o la estrella de las nieves (Plantago nivalis), siendo esta última uno de los grandes símbolos del macizo, equivalente al edelweiss de los Pirineos o los Alpes. Además, en Sierra Nevada también están presentes especies que son endémicas del Sistema Bético o están presentes en la cordillera del Atlas marroquí.
La vegetación de Sierra Nevada se puede dividir en diferentes pisos bioclimáticos:
Vegetación de zonas bajas[editar · editar código]
Por debajo de los 700 metros de altitud, únicamente en la cara sur del macizo, se desarrolla el llamado piso termomediterráneo. En este piso los veranos son muy calurosos y las heladas son casi inexistentes en invierno. Pocas partes de esta franja de territorios no han sido cultivados, pero los estudios afirman que a esta zona correspondería a un encinar combinado con un matorral de lentisco (Pistacia lentiscus), enebros, candiles (Aristolochia baetica), zarzaparrilla (Smilax aspera). En suelos empobrecidos por fenómenos como, por ejemplo, los incendios forestales, también aparecen romerales (Rosmarinus officinalis), aulagares de Ulex parviflorus y jarales.
Vegetación de baja montaña[editar · editar código]
En esta franja de alturas se desarrolla el piso mesomediterráneo, entre los 700 y los 1300 metros aproximadamente. En este piso los veranos siguen siendo calurosos, pero en invierno se producen heladas. En esta zona son frecuentes el lentisco (Pistacia lentiscus), acebuche y zarzaparrilla (Smilax aspera). El encinar sobre suelos silíceos es pobre en especies; junto a la encina, enebros, torvisco y madreselva (Lonicera etrusca).
Vegetación de media montaña[editar · editar código]
Entre 1.300 y 1.900 metros aproximadamente se desarrolla el piso supramediterráneo. En este piso los veranos son templados y los inviernos son ligeramente fríos, con frecuentes heladas y nevadas. Las especies predominantes, que se sitúan generalmente entre los 1.300 y los 1.750 m tienden a desarrollarse tanto sobre suelos carbonatados como sobre rocas ácidas. Los encinares son dominados por la encina y, según el tipo de suelo y la altitud, arbustos como enebros (Juniperus oxycedrus), agracejo (Berberis hispanica), torvisco (Daphne gnidium), rusco (Ruscus aculeatus) y majuelo (Crataegus monogyna) sobre suelos básicos.
Vegetación de alta montaña[editar · editar código]
A partir de los 1.900 metros, hasta los 2.700 metros aproximadamente, se desarrolla el piso oromediterráneo. Es a partir de esta franja de alturas donde aparecen la mayoría de las especies que convierten a Sierra Nevada en un paraíso botánico.
En este piso bioclimático se desarrollan pinares y sabinares. La vegetación está formada por especies de porte arbóreo y arbustivo (Pino silvestre (Pinus sylvestris), sabina rastrera (Juniperus sabina), Juniperus communis subsp. hemisphaerica, Prunus ramburii) y un matorral pulvinular (Vella spinosa, Erinacea anthyllis, Bupleurum spinosum).
Sobre suelos más evolucionados aparecen enebrales y piornales, formando comunidades ricas en caméfitos fruticosos y hemicriptófitos (Arenaria imbricata, Festuca indigesta). También abunda la flora endémica: Genista versicolor, Arenaria pungens, Potentilla nevadensis.
En áreas calcáreas a mayor altitud (cabecera del río Dúrcal, Dornajo), y por la escasez de suelo, se desarrolla un espinal con sabinas y enebros, mezclado con un tomillar almohadillado, apareciendo especies como son Sideritis carbonellis y Astragalus granatesis.
Vegetación de las cumbres[editar · editar código]


Estrella de las nieves (Plantago nivalis).
El piso crioromediterráneo se desarrolla a partir de los 2.600 o 2.800 m. Las condiciones climáticas de fuerte insolación, temperaturas extremas, fuertes vientos, la sequía estival propia de las latitudes mediterráneas y la presencia de nieve más de 8 meses al año impiden el desarrollo de especies leñosas. En este entorno se desarrollan los borreguiles (nombre que reciben en Granada los pastizales nevadenses de alta montaña o pastizales de montaña). Este tipo de vegetación (que también en parte se desarrolla en los estadios altos del piso oromediterráneo) presenta ciertas similitudes con la tundra ártica, con el cervuno (Nardus stricta) como planta más representativa, y un elevadísimo número de endemismos.
Vegetación Riparia[editar · editar código]
Dependiendo de la zona, en áreas de rocas carbonatadas (calizas, por ejemplo), la vegetación de río está formada principalmente por olmedas (Ulmus minor), choperas (Populus alba) y saucedas (Salix spp.). Sobre suelos ácidos se instalan alisedas (Alnus glutinosa), saucedas (Salix atrocinerea) y fresnedas (Fraxinus angustifolia). Pero por desgracia, la degradación de la vegetación riparia (de río) en Sierra Nevada es muy notable, siendo bastante difícil encontrar bosques de ribera en un razonable estado de conservación hoy en día.
Véase también: Flora de España.
BIOTOPO
Biotopo: son los factores físico-químicos o geológicos, que caracterizan a una zona determinada y concreta (en este caso al parque nacional de Sierra Nevada). Es el lugar o medio físico ocupado por una comunidad.
Los rasgos más característicos del clima del ecosistema del parque nacional de Sierra Nevada de Granada, son los siguientes:
Aridez, a causa de su orientación oeste-este, y los vientos predominantes del oeste y la fuerte insolación de la zona mediterránea en que se halla. Las condiciones que determinan la enorme diversidad climática en la sierra Nevada son su amplitud altitudinal, latitud, y compleja topografía del terreno.
La temperatura se determina a medida que aumenta la altitud de la zona en la que esté: por debajo de 1.500 metros de altitud, la temperatura oscila entre los 16ºC y los 12ºC. Entre los 1.500 metros y los 2.000 metros, la temperatura oscila entre los 12ºC y los 8ºC. Entre los 2.000 metros y los 2.500 metros, oscila entre 8ºC y 4ºC. A partir de los 3.000 metros la temperatura es menor que 0ºC. Durante las noches de invierno, las temperaturas son muy bajas, alrededor de unos -10ºC.
Posee precipitaciones difíciles de caracterizar, debido a la zona de alta montaña en la que las precipitaciones se producen en forma de nieve y donde son frecuentes las ventiscas y las tormentas de nieve. Su posición meridional la hace bastante seca. En verano, (mayo a octubre) la pluviosidad es escasa. Y en invierno las precipitaciones suelen ser en forma de nieve, sobre todo a partir de los 2.000 metros aproximadamente.
El relieve de Sierra Nevada, es de formas suaves y cimas alomadas, aunque en sectores localizados del macizo pueden llegar a ser abrupto y escarpado. Su relieve tiene además un extraordinario interés geomorfológico debido a las formas de modelado glacial y peri glacial existentes y a la, aún activa, dinámica peri glacial que sigue actuando a partir de los 2.500-2.600 m. Toda la zona de cumbres muestra las huellas de la erosión glaciar, con valles en forma de U, circos coronados por sierras abruptas y lagunas que ocupan las depresiones. Las formas glaciares que aparecen en Sierra Nevada son muy variadas. Los circos glaciares son relativamente abundantes, encontrándose los más evolucionados en las zonas de altas cumbres y los incipientes en zonas más bajas. El núcleo central de Sierra Nevada, donde emergen las cumbres más elevadas del macizo, formado por rocas metamórficas (esquistos, pizarras). Esta zona es conocida como la "lastra".
Fauna de Sierra Nevada[editar · editar código]

Artículo principal: Fauna de Sierra Nevada.
La fauna de Sierra Nevada siempre ha sido de difícil estudio, existiendo un número bastante bajo de referencias zoológicas. La reina indiscutible de la fauna en Sierra Nevada es una cabra montés (Capra pyrenaica), que suele pastar en los pastizales de alta montaña. El Ministerio de Medio Ambiente de España ha clasificado 80 especies animales endémicas. Además se hallan diversas especies de animales invertebrados singulares entre los que se encuentran más de 20 especies de mariposas y numerosas especies de pequeñas aves, y un importante número de rapaces.
Se puede establecer la siguiente clasificación por Biotopos:
Fauna nival[editar · editar código]
Existen pocas especies que vivan en las altitudes; ésta es una característica típica de la Fauna de Sierra Nevada, en comparación con otras cadenas montañosas europeas. Las principales son el topillo nival o neverón (Chionomys nivalis) entre los mamíferos, y el acentor alpino (Prunella collaris) entre las aves.
Roquedos y cantiles[editar · editar código]
Biotopo utilizado mayormente como zona de nidificación por aves:
Avifauna: Paloma bravía (Columba livia), paloma zurita (C. oenas), roquero rojo (Monticola saxatilis), roquero solitario (M. solitarius), avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), vencejo real (Apus melba), collalba negra (Oenanthe leucura), gorrión chillón (Petronia petronia), escribano montesino (Emberiza cia). Rapaces: Cernícalo común (Falco tinnunculus), mochuelo (Athene noctua) y escasas parejas de águilas perdiceras (Hieraaetus fasciatus), águilas reales (Aquila chrysaetos) y búhos reales (Bubo bubo).
Mamíferos: Cabra montés (C. pyrenaica), comadreja (Mustela nivalis), garduña (Martes foina), lirón careto (Eliomys quercinus), zorros (Vulpes vulpes) y algunas especies de murciélagos.
Reptiles: Víbora hocicuda (Vipera latasti), culebra de escalera (Elaphe scalaris), culebra bastarda (M. monspesulanus), lagarto ocelado de Sierra Nevada (L. lepida spp. nevadensis), lagartija ibérica (Podarcis hispanica).
Anfibios: Sapo partero (Alytes obstetricans), sapillo moteado (Pelodytes punctatus)
Fauna de matorral y pastizal[editar · editar código]
Mamíferos: Topillo común (Pitymys duodecimostatus), lirón careto (Eliomys quercinus), liebre común (Lepus europaeus), conejo común (Oryctolagus cuniculus), ratón de campo (Apodemos sylvaticus), zorro (Vulpes vulpes) y comadreja (Mustela nivalis).
Avifauna: Pardillo común (Acanthis cannabina), jilguero (Carduelis carduelis), verderón común (C. spinus), verdecillo (Serinus serinus), triguero (Emberiza calandra), escribano hortelano (E. hortulana), gorrión moruno (Passer hispaniolensis), zorzal común (Turdus philomelos), zorzal real (T. pilaris), zorzal charlo (T. viscivorus), perdiz (Alectoris rufa), codorniz (Coturnix coturnix), tarabilla común (Saxicola torquata), curruca rabilarga (Sylvia undata), curruca zarcera (S. communis), curruca tomillera (S. conspieiata), curruca carrasqueña (S. cantillans), bisbita campestre (Anthus campestris), abubilla (Upupa epops), mirlo común (T. merula), abejaruco (Merops apiaster), chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis), collalba negra (Oenanthe leucura, muy típica del matorral almohadillado), collalba gris (O. oenanthe), collalba rubia (O. hispanica), alzacola (Cercotrichas galactotes), aláudidos como la totovía (Lullula arborea) o la cogujada común (Galerida cristata) y el mochuelo (Athene noctua).
Reptiles: Víbora hocicuda (Vipera latasti), culebra bastarda (M. monspesulanus), culebra lisa (Coronella girondica), culebra de herradura (Coluber hippocrepis), coronela meridional (Coronella girondica), lagarto ocelado (L. lepida spp. nevadensis), lagartija colirroja (Acanthodactylus erythurus), lagartija ibérica (Podarcis hispanica), lagartija colilarga (Psammodromus algirus), lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus), eslizón tridáctilo (Chalcides chalcides), eslizón ibérico (C. bedriagai).
Anfibios: Sapo corredor (Bufo calamita), sapo de espuelas (Pelobates cultripes) o sapillo moteado (Pelodytes punctatus).
Arácnidos: Escorpión común (Buthus occitanus).
Animales de áreas boscosas[editar · editar código]
Si bien en teoría existen en el área tres tipos de formaciones boscosas, por diversos motivos (degradación, escasa extensión en superficie de los bosques) no suele aparecer una fauna propia en cada uno de ellos: normalmente las especies son comunes entre ellas.
Avifauna: Pito real (Picus viridis), agateador común (Certhia brachydactyla), mito (Aegithalos caudatus), reyezuelo listado (Regulus ignicapillus), pinzón vulgar (Fringilla coelebs), escribano montesino (Emberiza cia), curruca capirotada (Sylvia atricapilla), curruca zarcera (S. communis), curruca mosquitera (S. borin), tórtola (Streptopelia turtur), paloma torcaz (Columba palumbus), oropéndola (Oriolus oriolus), cuco (Cuculus canorus), críalo (Clamator glandarius), abubilla (Upupa epops), chotacabras gris (Caprimulgus europaeus), torcecuello (Jynx torquilla) y un gran número de páridos como el carbonero garrapinos (Parus ater), carbonero común (P. major), herrerillo común (P. caeruleus), lúgano (Carduelis spinus), verderón serrano (Carduelis citrinella), mirlo común (Turdus merula), pinzón vulgar (Fringilla montefringilla), piquituerto (Loxia curvirostra), gorrión molinero (Passer montanus).
Rapaces forestales: Azor (Accipiter gentilis), gavilán (A. nisus), águila calzada (Hieraaetus pennatus), ratonero común (Buteo buteo), búho real (Bubo bubo), autillo (Otus scops).
Mamíferos: Jabalí (Sus scrofa), gato montés (Felis silvestris), zorro (Vulpes vulpes), comadreja (Mustela nivalis), garduña (Martes foina), gineta (Genetta genetta), y el frecuente turón común (Putorius putorius). Otros mamíferos son: erizo común (Erinaceus europaeus), topo común (Talpa europaea), Musaraña (Crocidura russula), musarañita (Suncus etruscus), tejón (Meles taxus), ardilla común (Sciurus vulgaris) y varias especies de murciélagos.
Reptiles: Lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus), lagarto ocelado de Sierra Nevada (L. lepida ssp. nevadensis), culebra de escalera (Elaphe scalaris), culebra de cogulla (Macroprotodon cucullatus).
Anfibios: Salamandra (Salamandra salamandra), sapo común (Bufo bufo), sapo corredor (B. calamita).
Ríos y sotos fluviales[editar · editar código]
Vertebrados acuáticos: Trucha común (Salmo trutta) y trucha arcoiris (S. iridaeus)
Invertebrados acuáticos: Planarias, sanguijuelas, caracoles, bivalvos y crustáceos, sobre todo el cangrejo de río (Austropotamobius pallipes).
Anfibios: Gallipato (Pleurodeles waltl), rana común (Rana perezzi), la ranita de San Antonio (Hyla arborea) y el sapillo pintojo (Discoglossus pictus)
Reptiles: Galápago leproso (Mauremys leprosa), galápago europeo (Emys orbicularis), culebra de collar (Natrix natrix) y la culebra viperina (N. maura)
Mamíferos de medios acuáticos: Rata de agua (Arvicola sapidus), musgaño de cabrera (Neomys anomalus), musaraña (Crocidura russula) y la musarañita (Suncus etruscus), y diferentes especies de murciélagos. Aún está por confirmar si la nutria común (Lutra lutra) se ha extinguido.
Avifauna de río: Martín pescador (Alcedo atthis), mirlo acuático (Cinclus cinclus), lavandera blanca (Motacilla alba), lavandera cascadeña (M. cinerea) y lavandera boyera (M. flava). Entre los de paseriformes más comunes pueden observarse: bisbita ribereña (Anthus spinoletta), petirrojo (Erithacus rubecula), papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca), papamoscas gris (Muscicapa striata), mosquitero común (Phylloscopus collybita), mosquitero papialbo (P. bonelli), mosquitero silvador (P. sibilatrix), zarcero común (Hippolais polyglotta), zarcero pálido (H. pallida), avión común (Delichon urbica), avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), roquero solitario (Monticola solitarius), entre otros. Como rapaz nocturna: autillo


, conjuntamente con las Béticas y todas las cordilleras a orillas del Mar Mediterráneo, se formó durante la orogénesis Alpina del Terciario en el sur de Europa, con sedimentos de la era Primaria y Secundaria: granos de cuarzo, arcillas y óxidos de hierro, fundamentalmente. La acumulación de una gruesa capa de materiales en el fondo de un sinclinal, cubierto por las aguas marinas del mar de Tetis hace más de 200 millones de años, de entre 3.000 y 4.000 metros, y sometidos a las enormes presiones de las profundidades, transformaron las rocas sedimentarias y las metamorfizaron.
Posteriormente, en la segunda mitad de la era Terciaria, en el Plioceno, comienza el levantamiento de los materiales ya plegados en antiguas orogénesis y va emergiendo poco a poco de las aguas, como toda la formación alpina que, iniciando su presión en el sur, fue desplazándose hacia el norte, en dirección a la meseta castellana, que actuó parando su avance.
Posteriormente, se llegó a un punto en el que el levantamiento y abombamiento llegó a su límite y los materiales se rompieron, deslizándose unos encima de otros, y formándose una serie de fallas muy características del lugar.
Geología actual[editar · editar código]
El núcleo de Sierra Nevada está formado por materiales de la era paleozoica, principalmente pizarras micáceas, de poca dureza.
Existen cuatro franjas o zonas, geológicamente hablando:
La parte central, la zona de las principales alturas de Sierra Nevada, con los típicos esquistos o pizarras metamórficas.
Alrededor de la parte central, se presenta otra zona de rocas variadas: pizarras, anfibolitas, serpentina, gneis, mármoles, algo de rocas volcánicas bastante metamorfizadas y formaciones de filitas vinosas del Triásico, compuesto de fragmentos de poca consistencia constituyentes de la "launa", roca utilizada como impermeabilizante en muchos de los techos típicos de la zona.
La zona "exterior" es formada por un cinturón de dolomías y calizas triásicas, y como ejemplo más característico tenemos el pico del Trevenque (2.079 m.) y los Alayos de Dílar (1.982 m.).
Por último, en el entorno se extienden terrenos terciarios: extensiones arcillosas y conglomerados.
Los Sistemas Béticos forman un un conjunto de cadenas montañosas recorre el territorio andaluz desde el Estrecho de Gibraltar, en la provincia de Cádiz, hasta la frontera andaluza con la Región Murciana y Castilla la Mancha. No obstante, el sistema montañoso se prolonga por tierras levantinas hasta el Cabo de la Nano, en Alicante, para volver a aflorar en las Islas Baleares.13 Su extremo más estrecho es en la zona de Gibraltar y se va ensanchando hacia la zona oriental, donde se pone en contacto con el zócalo herciniano de la Meseta.
El sistema montañoso está formado por un conjunto de sierras, de edad geológica más reciente que Sierra Morena, más o menos aisladas, formando una especie de triángulo, invertido en comparación con la Depresión Bética. Su estructura y evolucíón peleogeográfica es muy compleja, por lo que en este artículo se va a utilizar la nomenclatura más consolidada a partir de las obras de Solé y Fontboté. De esta forma vamos a distinguir las Cordilleras Subbéticas (Zona Externa) y la Cordillera Penibética (Zona Interna); entre ellas se van a desarrollar una serie de depresiones y altiplanos de origen tectónico denominadas Depresiones Intrabéticas, destacando el Surco Intrabético.

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